PREGUNTAS Y RESPUESTAS

A continuación algunas preguntas que han ido surgiendo en torno a esta novela. A medida que se reciban más en la dirección de correo escritoennegro@gmail.com se irán respondiendo puntualmente.

P: Conociendo el autor tan desde dentro el peculiar mundo policial...¿Está esta historia basada en hechos reales?
R: Como ya dije en una de las entradas de la página principal, esta historia no está basada en hechos reales...pero sí inspirada libremente en algo que "pudo" ocurrir. Una leyenda urbana policial, para entendernos. De todos modos, una parte de lo que ocurre en la trama es algo a lo que puede enfrentarse cualquier agente de policía durante su vida profesional. No obstante, por fortuna, los controles legales para evitar este tipo de sucesos son una garantía para que esto sea sólo perfecto para la ficción.

P: Esta novela contiene no pocos personajes, algunos bastante peculiares. ¿Están inspirados en gente real, sean o no policías?
R: Desde el principio tenía claro que basar personajes, fueran principales o secundarios, en personas reales podía ser un plato de mal gusto. El personaje tiene que tener vida de por sí, sin tener que tomarla prestada de nadie de la vida real. Ninguno de los personajes de "El elemento prescindible" está basado en alguien de carne y hueso en lo que a personalidad se refiere. Sólo alguno de ellos, en cuanto a fisionomía, está construido teniendo en mente la imagen de alguien real. Hay que tener en cuenta que la mayoría de personajes que pululan por la trama tienen algún aspecto negativo, así que haberlos creado siguiendo pautas de comportamiento o de psicología de gente conociad hubiera sido un tanto escabroso.

P: Como funcionario del Cuerpo Nacional de Policía tiene que ser fácil escribir novelas o relatos, teniendo en cuenta la cantidad de situaciones especiales a las que tiene que hacer frente cada día...
R: Yo diría que no es más que una de las herramientas que puede utilizar un escritor, como pueden ser los viajes, los conocimentos de historia o una rica vida social. En realidad, cualquier persona que disfrute de vivir y conocer tendría las mismas fuentes inspiradoras para escribir historias. En mi caso, es sólo un refuerzo para poder escribir tramas policiales o con ambientación policial con coherencia y verosimilitud. No cabe duda que es imposible ceñirse a la realidad completamente, puesto que hay aspectos de lo que podríamos llamar "vida policial" que no son válidos para crear ficción. De hecho, estoy en contra de las series de televisión que exponen más de la cuenta los métodos científico-policiales o cosas por el estilo. Puede ser muy atrayente, pero no creo que hagan demasiado beneficio a las posibles futuras víctimas de delitos. Pero sin irme por las ramas, escribir una buena historia es algo más que tener experiencias o vivencias peculiares. Tejer la trama requiere de unas cuantas cosas más, pero no creo ser la persona idónea para hablar de ello.

P: El protagonista, Antonio Acera, se aleja bastante de lo que podríamos llamar "un héroe convencional"...
R: Es que en realidad no creo que el bueno de Antonio sea un héroe. Sobre esto concepto hago bastante hincapié en mi segunda novela, "Donde se esconden los héroes". Sí que es cierto que a pesar de los problemas que ha tenido en la vida sigue poseyendo una gran calidad humana. A él le gustaría ser "el malo de la película", una malo con chulería y estilo, pero se da cuenta de que a veces es imposible pretender ser quien no se es.
Hay algo que no me gusta nada en demasiadas novelas o películas, y es lo que lo defino como "el superpersonaje". Protagonistas increiblemente intrépidos, listos, eruditos, fuertes, hermosos... Son datodos de cualidades por encima de la media que les ayudan a superar las dificultades con relativa facilidad, o tiene la suerte de conocer a otros personajes que les facilitan el camino por contener alguna de estas aptitudes o virtudes. En el caso de Antonio, nos encontramos ante una persona de lo más normal, que no ha conseguido la mayor parte de sus sueños bien por mala suerte o por no haberse esforzado lo suficiente. Lo que podría ser una característica especial en otra persona, como es poseer unos ojos de color gris, en él no son más que otro defecto, por otorgar éstos una expresión extraña a su rostro. Incluso cuando él mismo cree haber conseguido marcar un tanto con alguna de sus acciones, sus enemigos se desmarcan con una reacción que no esperaba. Afortunadamente, en el fondo él mismo es capaz de reaccionar también en el peculiar juego de ajedrez que entabla con La Secta y el resto de elementos en liza.
Con esto creo haber creado un personaje que se hace simpático simplemente por su particular modo de encajar su propia mediocridad.